Las metodologías activas en el aula: ¿cuáles son?

Las metodologías activas en el aula son un cambio en el paradigma de la educación y se basan en el principio del learning by doing: aprender haciendo.

Las metodologías activas centran el aprendizaje en la experiencia del alumno: Montessori, ABP, Aprendizaje-servicio, gamificación… Estas pedagogías motivan al alumno a buscar información, a pensar en soluciones a problemas reales y a superar retos porque ve el sentido práctico de lo que aprende. Si quieres aplicarlas en el aula, aquí te explicamos cuáles son y sus 10 principales características.

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¿Qué son y qué características tienen?

Las metodologías activas en el aula son un cambio en el paradigma de la educación y se basan en el principio del learning by doing: aprender haciendo. En la pedagogía tradicional, el profesor era el protagonista de la enseñanza. En las activas, lo es el alumno.

Estas son las 10 principales características de las metodologías activas: 

  1. El alumno es el protagonista del proceso de aprendizaje. La educación no enfatiza los conocimientos que posee y transmite el profesor, sino la experiencia del alumno. 
  2. La experiencia es fuente de aprendizaje gracias a la curiosidad, el error y los descubrimientos.
  3. Las preguntas importan más que las respuestas. El objetivo del profesor no es transmitir un bloque de contenidos acabados, sino enseñar al alumno a hacerse buenas preguntas y a buscar las respuestas.
  4. Método globalizado. Se integran varias asignaturas para responder una pregunta.
  5. Aprendizaje significativo. Las metodologías activas conectan con la vida, los conocimientos previos y los intereses del alumno. 
  6. Pensamiento crítico. Al enfrentarse a problemas, los alumnos desarrollan rutinas de pensamiento para buscar nuevas alternativas y aplicar los conocimientos que saben. 
  7. Competencias. Además de conocimientos teóricos, se adquieren habilidades y actitudes porque en situaciones prácticas y cooperativas se aprende a «saber hacer» y «saber ser».
  8. Inteligencias múltiples. Las metodologías activas permiten desarrollar habilidades más allá de la inteligencia lógica o la lingüística porque proponen diferentes formas de aprender. 
  9. Motivación. El alumno se divierte, es desafiado al encontrarse con problemas y descubre el sentido de lo que aprende.
  10. Evaluación dirigida al proceso de aprendizaje, no a la memorización de contenidos. Para ello, se proponen métodos de autoevaluación como un portfolio que escribe el propio alumno. 

Estas características se han consolidado en las últimas décadas, pero las metodologías activas llevan ya tres siglos desarrollándose. Si te interesa entender el origen de esta pedagogía, te recomendamos este artículo. Y, a continuación, te mostramos cómo concretar estos principios en el aula.

 

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¿Cuáles son las metodologías activas en el aula?

Las metodologías activas que siguen estas características y puedes aplicar en el aula son:

Montessori

Lo fundó a finales del siglo XIX María Montessori para adaptar la educación, el espacio y las tareas a las capacidades de cada niño. En este método el maestro observa, acompaña y orienta; es un guía que deja al alumno descubrir el mundo a partir de su curiosidad y a su propio ritmo. 

Waldorf

Lo empezó el filósofo Rudolf Steiner en 1919 para los hijos de los obreros de una fábrica llamada Waldorf, en Alemania. Puso en práctica sus ideas pedagógicas sobre el movimiento corporal y la prioridad de las actividades artísticas como la pintura, el modelado de barro, la música y el teatro. Así, fundó la pedagogía Waldorf una metodología pionera en la educación de las inteligencias múltiples. 

Reggio Emilia

Después de la II Guerra Mundial en Reggio Emilia, un pueblo al norte de Italia, nació esta metodología activa que se basa en la escucha y el respeto a los diversos lenguajes de los alumnos. Este método lo pensó el pedagogo Loris Malaguzzi, famoso por su poema sobre los 100 lenguajes de los niños. También consideraba el espacio, el aula, como tercer maestro. Por eso las aulas Reggio Emilia están decoradas con luz y cuentan con un taller para las actividades artísticas.

Freinet

Esta metodología activa, fundada por el pedagogo francés Célestin Freinet, propone aprender jugando y trabajando. Freinet propuso juegos como el texto libre, en el que los niños escriben lo que quieren para contarlo a sus compañeros; y trabajos cooperativos como una imprenta y un huerto escolar.

Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP)

Esta es una de las metodologías activas más eficaz y más completa: conecta varias asignaturas para construir un producto útil, para resolver un problema real que importa a los alumnos y da sentido al aprendizaje. Esta metodología integra técnicas como las TICs, el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje cooperativo

Aprendizaje-servicio

Esta pedagogía va más allá del colegio y une el ABP con la ciudad y el compromiso social. Conecta las necesidades de una comunidad, el servicio y el aprendizaje útil para la vida. El alumno aprende haciendo un servicio a la comunidad, por ejemplo, a través de una experiencia de voluntariado en una cárcel.                                                                                                                                                                                                                                          

Flipped Learning

Se llama flipped, que en inglés significa del revés, porque este método «da la vuelta» a la clase. Se trabajan algunos recursos fuera del aula y, así, se libera el tiempo de clase para fomentar la participación de los estudiantes a través de preguntas y discusiones. Es una metodología activa porque en ella el alumno busca de manera autónoma información a través de las TICs para poder trabajar en el aula otras habilidades como rutinas de pensamiento, oratoria y competencias sociales. 

Gamificación

Otra de las maneras de «aprender haciendo» es jugar. Pero no solo integrando juegos en el aprendizaje, sino transformando el aprendizaje en un juego. En los juegos se necesita motivación para superar obstáculos, se trabaja en equipo, se resuelven problemas, se investiga y, sobre todo, los alumnos se divierten. 

 

Ya sea con juegos, talleres de arte o proyectos de servicio, las metodologías activas son muy atractivas para los alumnos y eficaces en el proceso de aprendizaje. Aprender haciendo despierta su interés, les anima a crecer en competencias como la iniciativa y desarrollar inteligencias como la interpersonal. ¡En VOCA también aprendemos haciendo! De hecho, aplicamos muchas de estas metodologías en nuestro programa de valores y educación emocional Talentum. ¡Así los alumnos crecen de manera integral! 

 

Bibliografía

Carbonell, J. (2019). Pedagogías del siglo XXI. Alternativas para la innovación educativa. Barcelona: Octaedro Editorial.

Del Pozo, M. (2011). Inteligencias múltiples en acción. Barcelona: Colegio Montserrat.

García, A. (2017). Otra educación ya es posible: una introducción a las pedagogías alternativas. Albuixech: Litera libros.

Tiching Blog (2016). Hablamos de educación. Reflexiones educativas para cambiar el mundo. España: Vicens Vives.

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