Aunque parezca obvio, leemos para algo. Incluso cuando se lee por leer o para pasar el tiempo, hay un propósito. Ahora bien, ¿cuánto influye nuestro objetivo de lectura en el modo en que leemos? En este artículo vamos a describir en qué consiste la estrategia Doy un objetivo a la lectura y su importancia a la hora de comprender un texto. 

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Saber para qué leo

Los lectores competentes planifican su lectura antes de comenzar. Es decir, leemos un titular y pensamos «¡Qué interesante!»; algo ha llamado nuestra atención y descubrirlo o saber más sobre el tema se convierte en nuestro objetivo personal de lectura. De esa manera, dan un objetivo a la lectura, que «se constituye en una respuesta metacognitiva de planificación y motivación extra a su deseo de leerlo y comprenderlo» (Calero, 2017).

Por lo general, como explica Solé (2018), se cree que los buenos lectores no leen de la misma manera todos los textos, sino que sus objetivos determinan los procesos de comprensión que utilizan. En parte, esto se debe también a la motivación que encuentran en la lectura. En palabras de Martínez Ríos (2011),

«la motivación despierta la conducta y la mantiene, refuerza o inhibe».

Dar un objetivo a la lectura tiene más beneficios:

1. Primero, el propósito se convierte, a su vez, en herramienta de regulación de la comprensión. Así, durante la lectura podemos ir comprobando si se está logrando el objetivo. Asimismo, al finalizar, nos preguntaremos si hemos logrado nuestro objetivo de lectura. 
2. Segundo, tener una finalidad nos ayuda a seleccionar la información más relevante, desechar lo trivial y concentrarnos en nuestro objetivo.

Los propósitos en PIRLS/PISA

La prueba PIRLS también considera que la competencia lectora está motivada por los propósitos de lectura que se plantea el lector. En concreto, PIRLS organiza sus textos en función del propósito principal de lectura, de manera que distingue textos informativos y textos literarios. 

Por ello, la estrategia Doy un objetivo a la lectura se convierte en PIRLS en dos propósitos de lectura:

1. Leer para adquirir y usar información

Cuando un lector se enfrenta a un texto informativo busca datos e ideas. Su objetivo de lectura se convierte en instrumento para el aprendizaje. Además, la información se expresa, con frecuencia, en distintos formatos. «Así pues, el lector tendrá que aplicar procesos de comprensión distintos en función de cómo se haya presentado la información» (IEA, 2017). Por ejemplo, textos científicos, informes, gráficas…

2. Leer para tener una experiencia literaria

En el caso de los textos narrativos, el principal objetivo de lectura es el disfrute personal. Así, PIRLS propone textos de ficción literaria que permiten la identificación con los personajes y sus aventuras. Por ejemplo, novelas, canciones, poemas…

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Otros propósitos de lectura

Isabel Solé identifica, además de los propósito de lectura trabajados en PIRLS otros objetivos que marcan el modo de leer un texto. Como ella señala, es difícil establecer una jerarquía entre ellos, pues cada lector conoce y lee en función de sus propios intereses, del texto en concreto y de su situación particular. 

Así pues, presentamos algunos de los propósitos que abarca la estrategia Doy un objetivo a la lectura:

• Leer para saber cómo hacer algo. Es decir, leer para obtener unas instrucciones que seguir. Se trata de una búsqueda minuciosa y funcional que exige la correcta comprensión. Por ejemplo, cuando leemos las reglas de un juego o una receta de cocina.
• Leer para explicar algo a alguien o comunicar un texto a un auditorio. Al leer un discurso, una conferencia o un poema es habitual haberlo comprendido y preparado con anterioridad. 
• Leer para aprender o estudiar. El objetivo de lectura es el de ampliar el conocimiento sobre un tema concreto. Requiere, por tanto, una lectura lenta y repetida, que va acompañada normalmente de otras técnicas como la síntesis, el subrayado o la recapitulación.
• Leer para revisar un escrito propio. Se trata de una lectura crítica y útil, y ayuda a aprender a escribir. 
• Leer para obtener una información de carácter general. La diferencia con la lectura para adquirir información es que, en este caso, la información es menos concreta, como cuando al leer un texto digital buscamos la palabra que nos interesa para hacer una lectura en diagonal. Suele ser también el propósito con el que leemos un determinado periódico y no otro. 

Dentro de los objetivos de lectura Solé destaca dos «típicamente escolares»:

• Leer para practicar la lectura en voz alta. Se trabaja la claridad, fluidez y corrección en la lectura. 
• Leer para dar cuenta de que se ha comprendido. Se utilizan preguntas y respuestas o resúmenes después de la lectura.

Doy un objetivo a la lectura en Abrapalabra

En efecto, los alumnos del programa de comprensión lectora Abrapalabra conocen desde el inicio de cada sesión su finalidad general. Cada unidad presenta un reto. 

1. Por un lado, la comprensión del texto es el reto principal. Los alumnos se enfrentan a diferentes géneros y las actividades les llevan a la mayor comprensión posible. 
2. Por otro lado, consiguen pegatinas cuando responden correctamente a las actividades. En función del número de actividades que superen, conseguirán diferentes pegatinas que irán orientando y estimulando su comprensión.

Por si fuera poco, ¡se convierten en escritores! Todas las actividades contribuyen al aprendizaje de las características del género trabajado. Y en la segunda sesión son ellos mismos los que escriben sus textos. El reto no es solo comprender el texto, sino aprender las habilidades necesarias para conseguir la pegatina de «Gran escritor».

Si quieres saber más sobre nuestro programa Abrapalabra, tienes todos los detalles en la web. Además, también puedes motivar la lectura en adolescentes con el programa de comprensión lectora Entrelíneas, en el que también buscamos dar un objetivo significativo a la lectura. ¡Funciona!

Bibliografía

Calero, A. (2017). Comprensión lectora. Estrategias que desarrollan lectores autorregulados. Comprensión-lectora.org. Madrid

IEA. (2017). PIRLS 2016. Estudio internacional de progreso en comprensión lectora. Informe español. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.  

Martínez Ríos, M. et al. (2011). La motivación por la lectura. Una alternativa para la formación integral de las futuras generaciones. Cuba: Cuadernos de Educación y Desarrollo. Vol. 3. N.º 29.

Solé, I. (2018). Estrategias de lectura. Barcelona: Editorial GRAÓ.

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