¿Por qué no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos?

Como la famosa ley de Murphy, que afirma: «Si algo puede salir mal, saldrá mal». De esta manera, no es que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos, sino al contrario. No valoramos nada en absoluto porque pensamos que pronto lo perderemos.

Seguramente, alguna vez a lo largo de tu vida te habrás hecho esta pregunta. Lo más probable es que hayas vivido alguna situación en la que perdiste algo que era muy importante para ti, como un pariente, un buen amigo, una buena relación o incluso un puesto de trabajo importante. Pero, al igual que muchas otras personas, no te diste cuenta de lo importante que era hasta que lo perdiste. ¿Por qué nos sucede esto? En este artículo, te explicamos por qué no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

Claves de la educación emocional

Descarga el ebook gratuito

 

La ley del cambio o por qué no valoramos lo que tenemos

Como ya hemos comentado en otros artículos, un famoso investigador llamado Frijda publicó un artículo en 1988 en el que explicaba las leyes de las emociones. Según Frijda, las emociones humanas siguen una serie de leyes.  Y es que cuando perdemos algo o a alguien importante surgen en nosotros preguntas como: «¿Cómo pude ser tan ingenuo?» o «¿Por qué no valoré lo que tenía?». Además, cuando estos cambios son inesperados, es frecuente que caigamos en sentimientos de culpabilidad, reproche y, en general, de no haber valorado lo que teníamos.

Todos esos pensamientos se agolpan en tu cabeza por la llamada ley del cambio

Ejemplos de la ley del cambio en nuestra vida

En el día a día, surgen situaciones en las que nos damos cuenta de que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Por ejemplo:

  1. Un enfermo que sabe que le quedan pocos días de vida vivirá cada nuevo amanecer con una gran emoción.
  2. Una persona que sufre una ruptura con su pareja acogerá la reconciliación con gran satisfacción y valorará más esa relación.
  3. Cualquier estudiante que haya trabajado mucho para aprobar un examen sentirá una gran decepción si lo suspende.

No obstante, si te has sentido así alguna vez, no todo son malas noticias. Experimentar estos sentimientos es completamente normal. De hecho, no tiene nada que ver con que seamos descuidados o superficiales. Como hemos visto, el motivo por el que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos es la ley del cambio y, más concretamente, la ley del sentimiento comparativo que explicaremos a continuación.

Simplemente. lo que tenemos que hacer es aprender a vivir saboreando cada instante, porque, tarde o temprano, aunque no lo creas, lo echarás de menos.

Problemas con los cambios

Existen algunas tendencias un tanto pesimistas que opinan que la solución al problema consiste en mitigar los fuertes contrastes emocionales mediante el control de nuestras expectativas. Y es que hay quienes piensan que las expectativas que nos generamos son el problema. Por eso, es mejor no esperar nada de la vida o, en todo caso, esperar siempre lo peor.

Como la famosa ley de Murphy, que afirma: «Si algo puede salir mal, saldrá mal». De esta manera, no es que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos, sino al contrario. No valoramos nada en absoluto porque pensamos que pronto lo perderemos.

Sin embargo, hay que conocer la importancia de lo que vivimos y, en especial,

ser conscientes de que la vida es un regalo.

 

Los cambios, pues, son parte de la vida y en cualquier momento puede suceder algo que la cambie por completo.

 

¿Te gusta lo que estás leyendo?

Recibe gratuitamente nuestros contenidos y novedades destacadas.

 

La importancia de las circunstancias

Las leyes del cambio y del sentimiento comparativo afirman que «la intensidad de la emoción depende de la relación entre un evento y algún marco de referencia contra el cual se evalúa el evento»

  • En otras palabras, nuestras emociones dependen de nuestro contexto vital, es decir, de las circunstancias.
  • Un mismo cambio nos afectará de manera diferente en función de las experiencias vividas y el momento concreto en el que nos sucede.

Ejemplo de ello es el bienestar personal, que es uno de los aspectos más subjetivos. Y es que se ha demostrado que nuestro bienestar varía en función de las experiencias que hemos vivido en el pasado. En concreto, una persona tiende a ser más agradecida cuando ha vivido y superado condiciones de pobreza o de soledad. Una vez más, las leyes del cambio y del sentimiento comparativo explican por qué a menudo no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

De igual manera, la ley explica por qué un equipo deportivo valora más una victoria cuando, en un principio, ambos contrincantes tenían las mismas posibilidades de ganar. Por esto mismo, una persona que ha estado a punto de perder la vida comienza a valorarla más que antes.

Además, hay que tener en cuenta que en estos cambios también interviene el suspense creado. Es decir, a mayor incertidumbre sobre el resultado de un acontecimiento, mayor es la intensidad de la emoción que sentimos y mayor el aprendizaje que obtenemos. Pero de esto hablaremos en otros artículos.

¿Puedo aprender a valorar lo que tengo?

Frijda asegura que la ley del cambio no es invencible, ni siquiera en sus diferentes variantes. De hecho, asegura que esta ley está muy relacionada con la ley de la habituación emocional.

  • Como ya comentamos en el artículo ¿Por qué la felicidad dura poco?, esta ley explica por qué los placeres continuos de esta vida se diluyen rápidamente y los dolores pierden su agudeza con el tiempo.
  • Del mismo modo, se entiende mejor que algunas personas experimenten que el dolor de la pérdida de un amor se mitiga con el tiempo y  que una relación afectiva estable vaya perdiendo su magia gradualmente. 

 

Simplemente nos acostumbramos y no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Así, perdemos de vista esos pequeños detalles que antes nos hacían brillar los ojos. Pasan desapercibidos frente a nosotros porque damos por hecho que deben estar ahí hoy y siempre. 

⭐ Aun así, la buena noticia es que es posible aprender a valorar lo que tenemos sin necesidad de perderlo. Y es que el verdadero amor es capaz de superar cualquier ley. Cuando uno ama a otra persona de verdad, cualquier momento es bueno para sorprenderla con un detalle de afecto. Estos detalles son los que crean los cambios, destruyen la habituación y generan un impacto emocional que mantiene vivo el amor. 

Finalmente, te recomendamos descargar el ebook gratuito sobre educación emocional si quieres profundizar. Si te ha gustado este artículo, suscríbete a nuestro blog para estar a la última de todas nuestras publicaciones.  En VOCA Editorial creemos en una educación que impulse a los alumnos a buscar valores y sentido a sus vidas. Lo hacemos con el programa de valores Talentum. ¿Quieres ser feliz?

Claves de la educación emocional

Qué son las emociones, cuáles son las habilidades emocionales, ¿hay emociones malas? Todo esto y más en el ebook sobre educación emocional.

PROGRAMA DE EDUCACIÓN EN VALORES

¡Conoce nuestro programa Talentum! Descubrirás metodologías eficaces para la mejora y el desarrollo personal de tus alumnos.

Relacionados

¡ÁLBUMES ILUSTRADOS!

Descubre nuestros álbumes ilustrados: Cuentos clásicos como nunca, 25 cuentos populares de España, Fábulas de Esopo 25 cuentos populares de Perú